UNA HISTORIA DE ÉXITO
El líder de la familia, Emilio Rodríguez representa el liderazgo en Pacisa. Su legado está presente en la industria de protección contra el fuego.
Los mejores líderes son los líderes servidores, a eso hay que sumarle la vocación de Emilio y su familia por la protección, vocación que se manifiesta en toda su extensión en su empresa Pacisa.
Su modelo de gestión se basa en la paciencia y escuchar a los demás
“Lideramos el sector de Protección contra incendios»
Emilio Rodríguez, fundador de Pacisa ha sabido transmitir a todo su equipo lo aprendido en su primer trabajo: Hacer cumplir los deseos de los clientes.
¿Se acuerdan de M. Corcho? Empresa instaladora de mecánica generalista, creada por Domingo Corcho en 1829, pues aquí empieza su andadura profesional Emilio, de forma sencilla, en lo más básico, podríamos llamar al puesto de trabajo de Emilio “El chico de los recados”.
Emilio es inquieto y trabajador, quiere mejorar su formación, estudia delineación, con esfuerzo y tesón mejora sus conocimientos técnicos, permitiéndole ascender en la empresa hasta llegar a diseñar instalaciones de fluidos, vapor, agua sobrecalentada y hasta sistemas de protección contra incendios… y en 1966 recibe el premio gordo a su buen hacer, D. José Benito, Director General de M. Corcho le propone la responsabilidad de una nueva división en la empresa dedicada exclusivamente a la protección contra incendios, – Le pregunté- “¿Vd. me ayuda?” – Tras su respuesta afirmativa le respondí: “Yo lo acepto”.
Emilio nos cuenta: “Cuando trabajas muchas horas y llegas a casa para ponerte a estudiar hay días que tienes que luchar para conseguirlo, pero las cosas llegan”.
“En la empresa progresas no solo por las habilidades que tienes, sino por la disponibilidad que demuestras para resolver los problemas que se te plantean”.
Su carácter, entusiasmo y disponibilidad le han generado el reconocimiento de todo el mundo de la profesión. Es uno de los grandes referentes históricos y el único que sigue en activo. Su trayectoria ha sido reconocida por asociaciones como Tecnifuego y entidades como Cepreven y Unespa.
Emilio recuerda con emoción la cara de su madre cuando le entregó su primer salario. “Lo entregué con verdadera ilusión porque se necesitaba para comer”
- Recordemos que Tecnifuego trabaja por la seguridad de las personas, representa al sector, y defiende su desarrollo económico, formativo y especialización, colaborando con la Administración en la elaboración de la legislación y su normativa.
- CEPREVEN es una Asociación sin ánimo de lucro, creada en 1975, que tiene por finalidad fomentar, en materia de Prevención, el intercambio de informaciones y experiencias con organismos, entidades y personas físicas, así como contribuir al perfeccionamiento, instrucción y capacitación de todos los actores involucrados en la Prevención y Protección de Riesgos mediante la promoción de actividades de Formación, Comisiones de Trabajo y edición de publicaciones especializadas.
- UNESPA es la unión española de entidades aseguradoras y reaseguradoras. Se fundó en 1977, representa a cerca de 200 compañías que representan el 98% del sector en España, facturando 60.000 millones de euros.
El año 1975 es el año de Emilio, inicia su andadura en la industria de seguridad contra incendios como empresario, difícil comienzo, pero con recompensa, aún no se cree que Sears Roebuck le encargase una de sus grandes instalaciones. (Sears fue una cadena de almacenes americanos que empezó a operar en España en 1967 en Barcelona y en 1970 en Madrid). Mucho trabajo y dedicación que le obliga a reducir la dedicación a su familia, pero nunca olvida su amor y cariño por los suyos, recibiendo a cambio su ayuda y comprensión.
“Así crecimos los años siguientes, con valor, esfuerzo, poniendo como garantía de financiación de los bancos nuestro único bien material, nuestra casa familiar” nos cuenta Emilio emocionado por los recuerdos, esboza una sonrisa, ¡Vaya momento de éxito! Exclama, cuando nos aceptan un proyecto de mas de 100 millones de pesetas, era la protección contra incendios del primer edificio que iba a construir General Motors en Zaragoza.
El crecimiento de Pacisa va unido a la historia de M. Corcho por la incorporación al proyecto de los mejores en su especialidad, debido al cambio que realiza M. Corcho en 1973, porque tras varios años de búsqueda de nuevos productos, se convierte en fabricante pionero en encimeras y cocinas vitrocerámicas. Uno de los clientes de M. Corcho, Estándar Eléctrica le propone la continuación del contrato con el mismo equipo haciendo la Protección del resto de sus plantas, gracias a la relación de confianza construida a lo largo de los años, Emilio junto a su socio, casi hermano, Celedonio Sánchez de Pablos acepta el reto con ilusión.
Ante las dificultades:
“Nos hemos encontrado con retos a lo largo de estos años, como la prevención contra incendios de diferentes plantas extractoras de aceite, en ambiente de hexano, o la complejidad por tamaño y precisión de calidad en las diferentes plantas de DuPont y General Electric”.
Como innovadores:
Implementando la «novedad» de uniones ranuradas, medios de elevación mecánicos, etc. (¡Qué tiempos!)
Compartimos conocimiento:
Entre nuestros empleados y departamentos, así como mediante programas de formación externa.
Ahora, más de 45 años después, la creciente empresa familiar emplea aproximadamente a 130 personas, muchas de las cuales tienen una conexión familiar. “Siempre hemos intentado tratar a todo el mundo como nos gustaría que nos traten a nosotros, desde los clientes hasta los empleados.
“Siempre hemos sentido que nuestros empleados son algunas de las personas más importantes para nosotros y que nuestros clientes deben ser las personas más importantes para ellos. Por lo tanto, todos deben cuidarse unos a otros, porque somos un grupo de personas trabajando en un negocio empresarial de tipo familiar «.
Emilio ha cedido el día a día a su hijo Luis Rodríguez del Álamo, junto a sus hermanos Raúl y Mario; ahora se ocupa de La dirección general del Grupo de empresas.
“Hay que trabajar muy duro, pero es reconfortante, aunque lo más importante es estar siempre disponible”. Ser un buen profesional es importante, pero estar disponible es mucho mejor. -Afirma-
Emilio, ¿Cómo terminas tu historia?
«Dando las gracias a mi esposa, por su capacidad de comprensión y espíritu de sacrificio.
Sin ella no tendría familia ni negocio.»